martes, 15 de diciembre de 2015

Hallaca Vegetariana

Somos muchos quienes durante las fiestas decembrinas nos quedamos con las ganas de salirnos un poco de la dieta y del vegetarianismo al mirar como nuestros conocidos, amigos y familiares disfrutan de esas suculentas hallacas que le hacen agua el paladar a todos, pero es la falta de creatividad, a veces el temor de perder los ingredientes, lo que nos hace quedar como antojados.
En realidad la preparación de la hallaca es asunto de “creatividad”, ya que la crónica de su origen lleva hasta la época colonial cuando los esclavos nativos americanos y los africanos traídos a la fuerza recibían las sobras de cenas de navidades que eran combinadas con el acostumbrado “bojote” de masa de maíz rellena y envuelta en hojas de plátano o de bijao.
Es de suponer que las especias traídas por los españoles cautivaron el paladar de los esclavos, que al ser mezcladas con las naturales de estas tierras darían nacimiento a un Arte Culinario Ecléctico o Fusión y con ello el reconocimiento actual de “multisápida” a nuestra hallaca, misma que presenta varientes desde Oriente hasta Occidente y de Norte a Sur.
Si las formas de prepararlas varían de un pueblo a otro y de un clima a otro ¿Por qué no tener una receta vegetariana? Claro que las hay con tantas variedades como esas rellenas de carnes. Nuestra idea es la de hacerles llegar una receta base para que sean preparadas a gusto personal y no nos volvamos a quedar con las ganas de comerlas.

Imagen: secretosdecocina.blogspot.com

El guiso
Cada quien debe tener una receta de guiso según su estilo y preferencia. En este caso les daré el mío: preparar un  sofrito a fuego medio/bajo (que el aceite nunca llegue a estar humeante) con abundante cebolla, cebollín, ají dulce y ajoporro cortados tipo tabule (súper chiquito), al cristalizar la cebolla agrega comino en polvo y ajo machacado y picado,  revuelve, agrega cúrcuma molida. Esperar unos 2 minutos y agregar 1 zanahoria rallada por el lado fino del rallador, también agregar un licuado de tomates desgranados y sin piel a los que se les aliño con orégano seco recién pulverizado y sal marina. Por último agregar tallos de apio España y alcaparras rebanados muy finamente y papelón. Tapar, bajar la llama y remover de vez en cuando hasta formar una salsa.
Aparte preparar en agua con sal: papas con su concha cortadas en cuadrados de aproximado 1 cc por lado, vainitas de 1,5 cm de largo y cubos algo chatos de chayota. Al haber hervido unos 10 minutos se cuela y agrega a la salsa (opcional: si lo desea puede agregar vino tinto en este momento). Aparte rebana berenjenas y zanahorias en lajas de aproximadamente 5 cm x 2,5 cm, que también se agregarán a la salsa junto a trozos de calabacín con piel pero sin semillas.
Al comprobar la sal del guiso (la salsa aún debe estar fluida) agregar soya texturizada, aceitunas sin hueso rebanadas (verdes y negras), pasitas, nueces o merey, revolver todo, apagar y tapar (opcional puede agregar pimienta y unas gotas de picante casero). Dejar reposar durante unos 20 minutos y transcurrido el tiempo volver a remover.

La masa
La masa para las hallacas las podemos preparar con la harina de maíz, de trigo o con crema de arroz. Todas pueden ser coloreadas con onoto y pimentón rojo licuado en el agua, enriquecidas con afrecho u orégano. Al extender la masa sobre la hoja de plátano ahumada y aceitada, se cubre con el guiso y se colocan los adornos de preferencia: cebolla, pimentón, brócoli, champiñones rebanados, tiras de hojas de espinaca o acelga, garbanzos cocidos. Se envuelve para ser hervidas hasta que la masa esté cocida. Es la misma preparación de la hallaca tradicional, sólo el relleno es diferente.


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