jueves, 17 de septiembre de 2015

Ortorexia y la Obsesión por Comer Bien Cuando se Acerca la Menopausia

La ortorexia es un cuadro obsesivo-compulsivo caracterizado por una extremada apetencia y selección de alimentos considerados saludables. Este ritual conduce con frecuencia a una dieta restrictiva y un aislamiento social compensatorio. Las personas adscritas a esta tendencia evitan obsesivamente los alimentos que contienen o podrían tener colorantes, conservantes, pesticidas, ingredientes genéticamente modificados, grasas poco saludables o contenidos excesivos en sal, azúcares y otros componentes. La forma de preparación de los alimentos y los materiales utilizados para ello también son parte del ritual obsesivo. Las personas con tendencia ortoréxica a menudo tienen antecedentes o rasgos comunes con los  pacientes que padecen anorexia. Son personas meticulosas, ordenadas, con una exagerada necesidad de autocuidado y protección.



La ortorexia puede estar presente en las mujeres en edad premenopáusica como en estados premenopáusicos forzados por intervenciones quirúrgicas, lo cierto es que los trastornos y alteraciones del carácter y conducta pueden potenciar con la ortorexia en las mujeres que ya presentan síntomas pre y menopáusico, habría que sumar a las mujeres en el periodo de adolescencia y quienes se dedican a deportes como el culturismo, el atletismo y otros, son los grupos más vulnerables. Se ha propuesto un test corto como herramienta de cribado y diagnóstico precoz de este trastorno. El tratamiento de la ortorexia requiere la intervención de un equipo de ayuda en el que participen médicos, psicoterapeutas y dietistas. En algunos casos puede ser necesario el uso de antiserotoninérgicos como parte del tratamiento.
El tratamiento es difícil porque los ortoréxicos califican medicamentos como los antidepresivos como "impuros " y no naturales.
Uno de los principales retos del tratamiento de la ortorexia es que muchos ortoréxicos no creen que necesiten ningún tipo de ayuda. Están muy orgullosos de sus hábitos dietéticos y no creen necesario aprender a comer "normalmente", ya que consideran que los alimentos "normales" son nocivos.
Un trastorno de la alimentación como la ortorexia puede tener graves efectos en la salud física de una persona. Muchas personas con trastornos de la alimentación se centran exclusivamente en el tratamiento de síntomas como la pérdida de peso significativa o graves deficiencias nutricionales.
Muchas personas con síntomas de ortorexia también sufren desórdenes o conductas adictivas que hacen que parezca imposible recuperar una relación sana con los alimentos.
El tratamiento de un trastorno alimenticio conlleva desafíos emocionales complejos que pueden producirse por trastornos psiquiátricos presentes. Las personas con síntomas de  ortorexia generalmente exhiben signos de trastorno obsesivo-compulsivo, así como estado de ánimo y trastornos de ansiedad. Estas condiciones pueden estar relacionadas con la ortorexia o con otros trastornos psiquiátricos sin resolver. Los más frecuentes son:

ü  Depresión
ü  Trastorno bipolar
ü  Trastorno obsesivo compulsivo
ü  Trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad (diferente del anterior)
ü  Trastornos de pánico y de ansiedad
ü  Estrés post-traumático
ü  Trastornos de abuso de sustancias


Dado el desacuerdo sobre la definición y la naturaleza de la ortorexia, es fundamental  confirmar si una persona sufre de ortorexia, anorexia nerviosa u otro trastorno o desorden de la alimentación. Este primer paso crítico requiere el aporte de especialistas en psiquiatría, trastornos de la alimentación y nutrición.

Bibliografía
  • Aranceta, J. (2007) “Ortorexia o la obsesión por la dieta saludable” Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública. Universidad de Navarra. España. 
  • Bernal Solan, M. (2011)  “cuerpo, comida y migraciones. Un análisis transcultural de los (mal)estares alimentarios” ISBN:/DL: T.1242-2011 UNIVERSITAT ROVIRA I VIRGILI 
  • Gracia, M. (2002). "Los trastornos alimentarios como trastornos culturales: La construcción social de la anorexia nerviosa". En Gracia (ed.). Somos lo que comemos. Barcelona: Ariel.


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