La ortorexia es un cuadro obsesivo-compulsivo caracterizado
por una extremada apetencia y selección de alimentos considerados saludables.
Este ritual conduce con frecuencia a una dieta restrictiva y un aislamiento
social compensatorio. Las personas adscritas a esta tendencia evitan
obsesivamente los alimentos que contienen o podrían tener colorantes,
conservantes, pesticidas, ingredientes genéticamente modificados, grasas poco
saludables o contenidos excesivos en sal, azúcares y otros componentes. La
forma de preparación de los alimentos y los materiales utilizados para ello también
son parte del ritual obsesivo. Las personas con tendencia ortoréxica a menudo
tienen antecedentes o rasgos comunes con los
pacientes que padecen anorexia. Son personas meticulosas, ordenadas, con
una exagerada necesidad de autocuidado y protección.
La ortorexia puede estar presente en las mujeres en edad
premenopáusica como en estados premenopáusicos forzados por intervenciones
quirúrgicas, lo cierto es que los trastornos y alteraciones del carácter y
conducta pueden potenciar con la ortorexia en las mujeres que ya presentan
síntomas pre y menopáusico, habría que sumar a las mujeres en el periodo de
adolescencia y quienes se dedican a deportes como el culturismo, el atletismo y
otros, son los grupos más vulnerables. Se ha propuesto un test corto como
herramienta de cribado y diagnóstico precoz de este trastorno. El tratamiento
de la ortorexia requiere la intervención de un equipo de ayuda en el que participen
médicos, psicoterapeutas y dietistas. En algunos casos puede ser necesario el
uso de antiserotoninérgicos como parte del tratamiento.
El tratamiento es difícil porque los
ortoréxicos califican medicamentos como los antidepresivos como "impuros
" y no naturales.
Uno de los principales retos del tratamiento
de la ortorexia es que muchos ortoréxicos no creen que necesiten ningún tipo de
ayuda. Están muy orgullosos de sus hábitos dietéticos y no creen necesario
aprender a comer "normalmente", ya que consideran que los alimentos
"normales" son nocivos.
Un trastorno de la alimentación como la
ortorexia puede tener graves efectos en la salud física de una persona. Muchas
personas con trastornos de la alimentación se centran exclusivamente en el
tratamiento de síntomas como la pérdida de peso significativa o graves
deficiencias nutricionales.
Muchas personas con síntomas de ortorexia
también sufren desórdenes o conductas adictivas que hacen que parezca imposible
recuperar una relación sana con los alimentos.
El tratamiento de un trastorno alimenticio
conlleva desafíos emocionales complejos que pueden producirse por trastornos
psiquiátricos presentes. Las personas con síntomas de ortorexia
generalmente exhiben signos de trastorno obsesivo-compulsivo, así como estado
de ánimo y trastornos de ansiedad. Estas condiciones pueden estar relacionadas
con la ortorexia o con otros trastornos psiquiátricos sin resolver. Los más
frecuentes son:
ü
Depresión
ü
Trastorno bipolar
ü
Trastorno obsesivo compulsivo
ü
Trastorno obsesivo compulsivo de la
personalidad (diferente del anterior)
ü
Trastornos de pánico y de ansiedad
ü
Estrés post-traumático
ü
Trastornos de abuso de sustancias
Dado el desacuerdo sobre la definición y la
naturaleza de la ortorexia, es fundamental confirmar si una persona sufre
de ortorexia, anorexia nerviosa u otro trastorno o desorden de la alimentación.
Este primer paso crítico requiere el aporte de especialistas en psiquiatría,
trastornos de la alimentación y nutrición.
Bibliografía
- Aranceta, J. (2007) “Ortorexia o la obsesión por la dieta saludable” Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública. Universidad de Navarra. España.
- Bernal Solan, M. (2011) “cuerpo, comida y migraciones. Un análisis transcultural de los (mal)estares alimentarios” ISBN:/DL: T.1242-2011 UNIVERSITAT ROVIRA I VIRGILI
- Gracia, M. (2002). "Los trastornos alimentarios como trastornos culturales: La construcción social de la anorexia nerviosa". En Gracia (ed.). Somos lo que comemos. Barcelona: Ariel.
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